Me iba, las manos en mis bolsillos rotos, mi abrigo tambien se volvia ideal, me iba !Musa! y era tu sirviente, solo amores esplendidos soniaba. Mi unico pantalon tenia un largo agujero , pequeño pulgacito soniador, sembraba por mi camino, rimas, mi hotel estaba bajo la constelacion, mis estrellas en el cielo tenian un ligero frio. Y escuchaba santado en los bordes de las rutas, esas buenas noches de septiembre donde sentia gotas, de rocio en mi frente, como un vino de vigor. Donde, rimando entre sombras fantasticas, como arpas me ataba los cordones, de mis zapatos lastimados, un pie cerca de mi corazon.
A.Rmibaud
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